¿Quien lo duda?
Los habitantes del planeta tierra estamos siendo sacudidos por el temible COVID19 y la reacción obligada de todos, ha tenido que ser acogernos a los lineamientos trazados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y quien no lo hace se convierte en víctima de ese maldito virus o queda sellado como un desafiante desacertado, acremente repudiado.

En este rincón del mundo que se llama República Dominicana se están desnudando unas verdades que nadie puede rebatir:
- No hay suficientes hospitales.
- El personal médico militar y paramilitar ha tenido que ser utilizado sin descanso.
- Se han contagiado muchos miembros del soporte sanitario por falta de protección.
- Se han denunciado compras y contrataciones de materiales a precios extremadamente excesivos, que luego han tenido que ser revocadas, supuestamente por falta de entrega a tiempo.
- La población de zonas depauperadas se ha desbordado hacia centros donde existen oficinas de ayuda en busca de dádivas que ha prometido el gobierno, produciéndose aglomeraciones que son auténticas fuentes de contagio.
- Ha quedado demostrado que la tarjetas de ayuda expedidas con anterioridad a esta crisis están en manos de usureros, quienes las reciben a cambio de avances de efectivo a sus beneficiarios, con enormes tasas de descuento.
- El partido de gobierno está usando las estadísticas sanitarias para hacer política y no acepta colaboración de los partidos de oposición.
- Las fuentes de alimentación a base de la producción nacional están decayendo y los productores no tienen a quien vender sus productos porque la demanda se ha reducido por el cierre de centros hoteleros, lo que significa una superabundancia que podría convertirse en basura.
- La corrupción desmedida ha obligado a la oposición a actuar, sabiendo que no puede perder tiempo, ya que, el uso de los recursos del estado para hacer política en favor del candidato oficial y la falta de un pronunciamiento firme de la Junta Central Electoral, le ha obligado a lanzarse al ruedo para repartir insumos médicos.
- Entidades tan influyentes como las iglesias y ciertas ONG guardan un silencio asombroso.
- Pagarán justos por pecadores, dicen algunos.
Lo detallado anteriormente es una lista de cosas vistas y oídas de fuentes bien informadas y lo que falta por decir es que el aprovechamiento de aguas revueltas para obtener ganancias convierte a los pescadores en ricos temporalmente, pero aun falta mucha basura por escarbar.