La lengua de res se sirve en fondas, tarantines, mesones y eventualmente en restaurantes de otra categoría, siempre en diversas modalidades, según la voluntad del comensal.
La forma más demandada en todas partes es “mechada” con diferentes tipos de rellenos, guisada, a la vinagreta, estofada, pero siempre existen quienes desean saber la receta para “cocinarla en su casa e invitar a unos amigos”.
La lengua de cerdo se sirve generalmente en porciones que han sido sancochadas en agua de sal con orégano verde y luego fritas en manteca.
La de chivo generalmente es triturada y agregada al famoso pipián que incluye además, hígado, “pajarilla”, corazón, bazo, “bofe”. Todo esto marinado con jugo de naranja agria para luego guisarlo y servirlo con yuca, arroz y aguacates.
Cada lengua tiene su fama.

La lengua española, por ejemplo, es un complejo sistema de comunicación verbal y escrito.
Existe la lengua de fuego, la lengua de máuser y la viperina que caracteriza a muchos críticos de todo lo que le rodea.
Según las escrituras, las lenguas de fuego, tambien fueron las que bajaron sobre las cabezas de los apóstoles.
La lengua de estropajo, especialmente colocada en la boca de algunos políticos que hablan babosidades censurables y apenas se entiende lo que quieren decir, sea porque lo hacen a media lengua o por tener una lengua de trapo.
Los calificativos que reciben ciertas personas, según su lengua, son muy frecuentes y sobre los mismos se han pronunciado muchos tratadistas, queriendo ampliar su significado.
Tal es el caso de «lengua sucia», para referirse a alguien que usa groserías al hablar y tener «mala lengua» para quienes blasfeman, juran, murmurando o echando maldiciones con frecuencia.
La lengua de mime es un tipo de arma blanca hecha a base de acero inoxidable, estilo puñal, pero con un largo y un ancho muy inferior al tradicional. Es muy fino y por ser así lo asemejan a la «lengua de un mime», que se deja a la imaginación del lector que conozca ese insecto, que los cientificos han llamado «mosca de las fruta» (Drosophila melanogaster).
La lengua castiga al cuerpo dicen algunos para dar a entender que quien mucho habla, mucho yerra.
La “lengua pesá”, es una propiedad que tienen algunas personas de hacer un uso muy fluido de su lengua, pero en el fondo, no dicen nada
¿Cómo será la lengua de un predicador de la palabra?