¡Muy contundente!
Ciertos auditores siguen la metodología clásica de evitar riesgos al hacer «certificaciones» como las que aparecen en esta declaración y con eso cuidan su imagen para que los detractores no tengan «tela por donde cortar».
Un informe oficial, cuyo contenido ampliado esté basado en lo que aquí se expresa es una demostración de firmeza sin precedentes.
El tiempo tiene la última palabra.