Archivo por meses: septiembre 2016

Cada vez que los dominicanos se ponen a hablar de lo ocurrido la negra noche del 25 de septiembre de 1963, lamentablemente, nadie se atreve a decir algunas cosas, ya que la excesiva consideración a ciertos personajes de la historia,  vence la plenitud de conciencia. 

De inmediato se habla de la intervención del Pentágono, del centro de entrenamiento de Cantave y muy pocos opinan como algunos elefantes, quienes dicen,  que Juan Bosch no tenía deseos de ejercer el poder. 

Eso es posible. Pero tampoco se puede demostrar con hechos que sea cierto. ¿A quien no le gusta eso? 

Los elefantes piensan que desde el 30 de mayo de 1961 al 25 de septiembre de 1963 (menos de tres años), ocurrieron tantas cosa, que por un lado, eran agradables para un pueblo que sale de una férrea dictafura de más de 30 años, pero que no eran para ciertos sectores poderosos que habían hecho fortuna en los últimos cincuenta año a base de estar en la lista de los «no desafectos» del régimen. 

Ese era (y es) un sector silencioso que no sale a las calles con banderas y cartelones, sino que analiza en silencio y también conspira en silencio. Hay que cuidarse de esos sectores, ya que cualquier decisión gubernamental «hay que consultársela» para que no se pongan «bravitos». 

El mundo sabe que Bosch era terco, difícilmente variaba su posición aún en caso de que la sometiera a debate entre sus consejeros, si es que los tenía. 

Era un chovinista exacerbado. Se atrevió a «romper la tradición» al eliminar el champán en la ceremonia de su toma de posesion.

Escuchen su discurso:  http://vanguardiadelpueblo.do/2014/02/07/discurso-juan-bosch-en-toma-de-posesion-en-1963/#prettyPhoto

Mientras el pueblo sufría los rigores de la satrapía trujillista, Juan Bosch estaba en un exilio dorado, donde la democracia era plena y personajes del calibre de José Figueres eran sus amigos y guías para aprender las mejores lecciones sobre la democracia. 
El 27 de febrero de 1963 empezó a haber cambios hacia una democracia verdadera, al extremo de unos días después, se promulgó una nueva constitución (la mejor que ha tenido República Dominicana), pero resultó ser un cambio muy brusco para los dominicanos. 

Así empezaron a cambiar las cosas,  pero de manera muy rápida, repentinas, inesperadas.

 Surgió la tristemente célebre «aplanadora» que era una forma caricaturizada de denominar un brusco despido de personal de la burocracia estatal y muchas cosas más,  que siendo buenas, tenían que ser adoptadas de una manera estratégicamente paulatina, ya que afectaban muchos intereses de esa oligarquía criolla acostumbrada a vivir dentro del decapitado régimen trujillista. 

A juicio de los elefantes, el fatídico golpe que hoy recordamos con tristeza y que tantos problemas le ha acarreado a este país en que vivimos, tiene un alto componente de los ingredientes que hemos citados. 

«No hay nada peor que tener miedo a decir la verdad.»


Estas son palabras de un premio Nobel de La Paz que será recordado por mucho tiempo, no solamente por los elefantes, sino por toda la humanidad. Oscar Arias, expresidente de Costa Rica. 

La acción del consulado de los Estados Unidos de América al despojar del visado para acceder a su territorio a Roberto Rosario Márquez no tiene precedentes en la historia republicana, tratándose del hasta ahora presidente del máximo organismo responsable de la organización y transparencia de las elecciones que se celebran en el país.

Algo huele mal y pronto se sabrá para que los elefantes no lo olviden.

Se trata de un cuento escrito hace cinco años con pretensiones de llevarlo a un concurso, pero no fue posible hacerlo, por razones muy personales. 


Cuando llegué a la librería acompañando un amigo, quien me había solicitado que le ayudara a escoger un buen libro para regalarlo a su hija, de cumpleaños en la fecha, me di cuenta que una angustiada mujer, con rostro compungido, estaba sentada detrás de la caja registradora del establecimiento y se notaba que habia llorado amargamente.

 Al acercarme a ella, vi que tenía en sus manos un pequeño diccionario de los del tipo escolar, para párvulos de escuela primaria y buscaba desesperadamente una palabra, con deseos vehementes de aprender su significado.
Quizás buscando la forma de ayudar cambiar su triste aspecto, al ver que estaba en avanzado estado de embarazo, pensé que esa condición era el motivo de sus lágrimas, le pregunté si sentía algún dolor o si padecía de uno de esos malestares provocados por lo que llevaba en su vientre y comenzó a comentarme su situación, mientras colocaba un marcador en entre las páginas del diccionario que tenía en sus manos. 
     -Como usted puede ver, yo soy una persona joven, que vine a esta ciudad con mi familia cuando tenía apenas doce años, desde la comunidad de Rio Limpio. Eso está en la misma frontera. Mi padre trabaja en el ayuntamiento como recogedor de basura y mi madre vive de una pensión que le pasan en el seguro social ya que quedó incapacitada para trabajar, después de caerse en el baño de una oficina del gobierno cuando lo limpiaba. Yo no fui a la escuela, pero aprendí a leer y escribir algo con una vecina que estaba en el colegio de las monjas y me enseñó tan sólo lo suficiente para defenderme. Cuando cumplí los trece años, llegó a mi vida Rigoberto, un muchacho que todavía trabaja en la fábrica de pinturas, desde antes de que yo lo conociera, me lleva como nueve años de edad y es muy serio. A pesar de no haber llegado al octavo curso, los dueños del fábrica le han ayudado y hasta le han conseguido una licencia para manejar vehículos y en eso está. Es el chófer de una de las camionetas que reparten la pintura entre las ferreterías. Prometió que me iba a ayudar a conseguir un trabajo, pero para esa época yo era menor de edad y no tenía cédula.
     -Con el paso del tiempo, Rigoberto y yo comenzamos a tratarnos como marido y mujer, pero como él me dijo que yo no debía quedar encinta hasta que cumpliera los dieciocho años y estuviera trabajando, mamá aceptó que él fuera a vivir a mi casa y entre ella y yo le lavamos la ropa y cocinamos lo que él y papá consiguen trabajando de sol a sol. Mamá no puede hacer nada sola, por su estado de incapacidad física, pero siempre me ayuda con algo. Es asi como comienza esa relación y por eso yo no cambio a mi moreno por nadie. Es un hombre de palabra y siempre ha sabido corresponder con sus compromisos. Por eso, yo no puedo quedarle mal y tengo que defender mi trabajo hasta lo último. 
     -Hace casi un año que yo empecé a trabajar en esta librería. La dueña es muy buena y la mayoría de los empleados son complacientes y decentes, pero ese supervisor que llegó hace apenas cuatro o cinco semanas no es mas que un tipo que no sabe medir sus palabras para dirigirse a una mujer seria como yo, quien solamente cumple con su deber y nunca ha faltado al trabajo, aún en los meses en que estaba haciendo malabarriga con náuseas y vómitos a cada rato. Al lado, parece que los vecinos cocinan con un aceite que hiede muchísimo y eso yo no puedo aguantarlo, pero, aun asi he soportado todos los malos ratos en este trabajo. La mayoría de las veces sin luz y cogiendo lucha con una plantica eléctrica que se apaga o se le acaba el combustible y ese señor ni siquiera se preocupa por comprarlo antes de que se termine por completo. Por eso, tuvo la doña que llamar un mecánico que le cobró muchísimo dinero por arreglarla porque también se le acabó el aceite y por poquito coge fuego. El va a tener que explicarme a mi y a Rigoberto la razón por la cual se atrevió a decirme una palabra que yo nunca la habia escuchado en la forma que él la pronunció y por eso creo que es muy ofensiva a mi persona.
Levantó la mano izquierda, con el diccionario marcado en la página donde buscaba la palabra proferida por su supervisor, en señal de indignación porque no la encontraba luego de buscarla por mas de media hora, según sus propias palabras. Aprender su verdadero significado y darlo a conocer a Rigoberto, era el principal motivo de sus lágrimas, que volvieron a brotar de sus hermosos ojos enrojecidos, con los que recorria todo el litoral de su ámbito de trabajo y dejaba entrever una notable alteración de su estado de ánimo.
En ese momento, intervine para decirle que me dijera cual era la palabra que buscaba y también porque queria saber su nombre, ya que me habia dado cuenta de que era una persona que merece ser ayudada por su gran afan de superación y fervientes deseos de conservar su trabajo permanentemente.
– Me llaman Estelita. Asi me dicen en mi casa y en el barrio de Las Palmas, donde vivo, pero mi verdadero nombre es Esperanza. Usted sabe como son los viejos de esos campos que le ponen un nombre a una y le dicen otro para que no le hagan mal de ojo. Con ese mismo nombre voy a bautizar a mi hija. Ya me dijeron que era hembra en la maternidad. Segun me dice mi mamá, en tiempo de antes, eso solamente se sabia cuando los muchachos nacian, pero ahora todo es con computadoras, celulares y tantas cosas que van a volver loca a la gente, pero es así, siempre inventando vainas para joderse uno mismo. Qué le parece?. Espero que sea una muchachota hermosa, como me dijo mi mamá que yo nací, dizque de ocho libras y media, con una partera de Rio Limpio que tambien se llamaba Esperanza y por eso me pusieron ese nombre. Rigo sabe que ese es el nombre que me gusta y a él tambien. El me dice que yo le recuerdo una canción que canta Dany Rivera que se llama Esperanza Inútil.

-Hoy quiero ver con mis propios ojos que se han de tragar la tierra qué es lo que quiere decir la palabra inútil, por la forma en que me lo dijo el supervisor. Por eso creo que es una ofensa y si se lo digo a Rigoberto antes de saber su significado puede que ese tipo no muera en su cama. Yo conozco bien a Rigo. 

-Una vez hubo una discusion entre Rigoberto y mi papá que por poco no se dijeron de lo que iban a morir. Mi papá le dijo a Rigoberto que el habia bailado esa canción con un disco de Daniel Santos y cuando Rigoberto le dijo que el no sabia quien era ese, papá le dijo que el era muy bicho viejo para saberlo y que ese cantante era de Puerto Rico y le decian el inquieto anacobero. Fue cuando Rigo le dijo: «Qué anacobero ni que inquieto. Esa canción solamente la canta Dany Rivera y es mi favorita desde que yo era un muchachito». » Pues te equivocaste, le dijo papá. Tu no conoces lo que es la musica vieja de clase. Te voy a prestar una cinta del Cuarteto Flores para que la oiga. Carajito insolente…!

La verdad es que Rigo se enamoró de mi cuando supo que mi verdadero nombre era Esperanza y por esa razón siempre me ha dicho Esperanza Inútil, pero nunca lo que esa palabra significa. Es mas, yo creo que el tampoco sabe. Siempre he creido que es una forma de halagarme. La verdad es, que por la forma en que el supervisor me dijo inútil, entiendo que debe de tratarse de una palabra fea y ofensiva. Quiero buscarla en el diccionario y, por favor, no me diga lo que quiere decir, porque yo quiero darme el gustazo de buscarla, por mi propia cuenta.
En ese momento, mi amigo me hizo una señal mostrándome que habia encontrado unos libros de Cortázar y que esos eran los queria regalar a su hija. 
     -Cortázar…? 
     -Si, Cortázar
      -Es que el surrealismo de Cortázar no va muy acorde con el temperamento de tu hija. Ella es joven y le gusta la lectura, pero es preferible que le compres algun autor que maneje la corriente moderna con estilo diferente al de Julio. Fijate que muchas de sus obras estan ambientadas en Paris, habiendose criado en Buenos Aires y ser de nacionalidad Belga. Eso parece que le programó una mezcla de cosas que harian que tu pobre criatura tenga que meterse en los entresijos de ese personaje tan complejo y podria afectarle. Mejor comprale a Zafón que es de hoy en dia y escribe con un estilo muy propio de la epoca. He visto que La Sombra del Viento está entre los mejores cien libros de la lengua castellana en los ultimos veinticinco años. Que te parece?
 -Lo voy a pensar.
Seguimos rebuscando entre las obras que podrían ser del agrado de su hija y no se decidió por ninguna porque encontró una estatuilla de porcelana que simula un angel con un libro en sus manos y con una mirada al cielo llena de ternura y deseos de emprender un viaje al infinito. La hora de pasar a pagar por la caja había llegado y volver a ver a Estelita, o mejor dicho, a Esperanza, era obligado. Mientras mi amigo hacía las gestiones de pago observé que ella había dejado el diccionario sobre el mostrador, marcado en donde, sin ningún éxito, había estado buscando la palabra inútil. 

Curiosamente abrí el libro y vi que la marca estaba colocada en la primera página de la letra H.

La volátil luz de una vela de parafina que acompañaba a una joven estudiante que cursaba un primer grado de educación en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en agosto de 1966, sigue encendida cincuenta años más tarde a principios de septiembre de 2016. 


El cirio de 1966  costó alrededor de la centésima parte de un peso dominicano y hoy, la misma vela, tiene un precio de cinco pesos o más, es decir, 500 veces más cara. 

En esa época, el costo de los estudios en la UASD era de 15 pesos por todas las materias de cada semestre académico. 

En 2016 no hay una sola materia de cualquier carrera que cueste menos que un semestre completo de 1966. 

Se estrenaba un gobierno surgido de las urnas el 1 de junio y posesionado treinta días después de que la «voluntad de las masas silentes» decidiera por gran mayoría entregar la conducción de la cosa pública a un déspota que se jactaba en decir que la corrupción se detenía en la puerta de su despacho, dando así riendas sueltas a la imaginación de cada servidor público para interpretar a su manera la forma de obtener beneficios al margen de la remuneración que le corresponde por sus servicios al Estado, cubiertos por un presupuesto sustentado por los aportes de cada ciudadano por la vía impositiva. 

Hoy en día se estrena un cuatrienio gubernamental con características particularmente concebidas para dar a entender que no se permitirá el peculado, la corrupción administrativa y demás ejercicios vergonzosos que se practican en todos  los rincones del país. 

Se trata del segundo ejercicio de un gobernante innovador, dedicado como ningún otro a hacer lo que nunca se había hecho, demostrando que es necesario trabajar para lograr buenos objetivos, pero, con una estampa muy dolorosa, que aún no ha cicatrizado, en su cuerpo: Prometer a una nación que no optaría por una reelección y luego burlar la confianza de todos, incluyendo a los miembros de su propio partido, es algo que los elefantes nunca olvidarán. 

El cuatrienio 12-16 estuvo lleno de eventos asombrosos en materia de corrupción que hacen que los elefantes los recuerden para siempre, pero hay un propósito de enmienda, anunciado el próximo pasado 16 de agosto, que luce será tomado muy en cuenta por la sociedad civil y demás estamentos que componen este conglomerado de hombres y mujeres que residen en República Dominicana. 

No obstante, se corre el riesgo de que algo semejante a un tiburón podrido pueda apestar la comunidad, tomando en cuenta que no hay mucha diferencia en el protagonismo de esta etapa de nuestra vida republicana y la vivida en los últimos cuatro años.

La incertidumbre despliega sus cortinas mientras todavía hay miles que viven entre lúgubres candilejas y muchos inmigrantes disfrutan de su pasión por el trabajo, a cambio de unos pesos inteligentemente devaluados y los criollos duermen en sus laureles jugando lotería o consumiendo alcohol y drogas con el dinero que reciben de familiares que se han ido a vender su sudor al extranjero o con los beneficios obtenidos en forma de donaciones clientelistas tales como: Bono gas, Bono luz, Solidaridad y no se sabe cuántos inventos más para que la gente no trabaje y vote por quien le da para mantener sus malditos vicios.