Se trata de un cuento escrito hace cinco años con pretensiones de llevarlo a un concurso, pero no fue posible hacerlo, por razones muy personales.

Cuando llegué a la librería acompañando un amigo, quien me había solicitado que le ayudara a escoger un buen libro para regalarlo a su hija, de cumpleaños en la fecha, me di cuenta que una angustiada mujer, con rostro compungido, estaba sentada detrás de la caja registradora del establecimiento y se notaba que habia llorado amargamente.
Al acercarme a ella, vi que tenía en sus manos un pequeño diccionario de los del tipo escolar, para párvulos de escuela primaria y buscaba desesperadamente una palabra, con deseos vehementes de aprender su significado.
Quizás buscando la forma de ayudar cambiar su triste aspecto, al ver que estaba en avanzado estado de embarazo, pensé que esa condición era el motivo de sus lágrimas, le pregunté si sentía algún dolor o si padecía de uno de esos malestares provocados por lo que llevaba en su vientre y comenzó a comentarme su situación, mientras colocaba un marcador en entre las páginas del diccionario que tenía en sus manos.
-Como usted puede ver, yo soy una persona joven, que vine a esta ciudad con mi familia cuando tenía apenas doce años, desde la comunidad de Rio Limpio. Eso está en la misma frontera. Mi padre trabaja en el ayuntamiento como recogedor de basura y mi madre vive de una pensión que le pasan en el seguro social ya que quedó incapacitada para trabajar, después de caerse en el baño de una oficina del gobierno cuando lo limpiaba. Yo no fui a la escuela, pero aprendí a leer y escribir algo con una vecina que estaba en el colegio de las monjas y me enseñó tan sólo lo suficiente para defenderme. Cuando cumplí los trece años, llegó a mi vida Rigoberto, un muchacho que todavía trabaja en la fábrica de pinturas, desde antes de que yo lo conociera, me lleva como nueve años de edad y es muy serio. A pesar de no haber llegado al octavo curso, los dueños del fábrica le han ayudado y hasta le han conseguido una licencia para manejar vehículos y en eso está. Es el chófer de una de las camionetas que reparten la pintura entre las ferreterías. Prometió que me iba a ayudar a conseguir un trabajo, pero para esa época yo era menor de edad y no tenía cédula.
-Con el paso del tiempo, Rigoberto y yo comenzamos a tratarnos como marido y mujer, pero como él me dijo que yo no debía quedar encinta hasta que cumpliera los dieciocho años y estuviera trabajando, mamá aceptó que él fuera a vivir a mi casa y entre ella y yo le lavamos la ropa y cocinamos lo que él y papá consiguen trabajando de sol a sol. Mamá no puede hacer nada sola, por su estado de incapacidad física, pero siempre me ayuda con algo. Es asi como comienza esa relación y por eso yo no cambio a mi moreno por nadie. Es un hombre de palabra y siempre ha sabido corresponder con sus compromisos. Por eso, yo no puedo quedarle mal y tengo que defender mi trabajo hasta lo último.
-Hace casi un año que yo empecé a trabajar en esta librería. La dueña es muy buena y la mayoría de los empleados son complacientes y decentes, pero ese supervisor que llegó hace apenas cuatro o cinco semanas no es mas que un tipo que no sabe medir sus palabras para dirigirse a una mujer seria como yo, quien solamente cumple con su deber y nunca ha faltado al trabajo, aún en los meses en que estaba haciendo malabarriga con náuseas y vómitos a cada rato. Al lado, parece que los vecinos cocinan con un aceite que hiede muchísimo y eso yo no puedo aguantarlo, pero, aun asi he soportado todos los malos ratos en este trabajo. La mayoría de las veces sin luz y cogiendo lucha con una plantica eléctrica que se apaga o se le acaba el combustible y ese señor ni siquiera se preocupa por comprarlo antes de que se termine por completo. Por eso, tuvo la doña que llamar un mecánico que le cobró muchísimo dinero por arreglarla porque también se le acabó el aceite y por poquito coge fuego. El va a tener que explicarme a mi y a Rigoberto la razón por la cual se atrevió a decirme una palabra que yo nunca la habia escuchado en la forma que él la pronunció y por eso creo que es muy ofensiva a mi persona.
Levantó la mano izquierda, con el diccionario marcado en la página donde buscaba la palabra proferida por su supervisor, en señal de indignación porque no la encontraba luego de buscarla por mas de media hora, según sus propias palabras. Aprender su verdadero significado y darlo a conocer a Rigoberto, era el principal motivo de sus lágrimas, que volvieron a brotar de sus hermosos ojos enrojecidos, con los que recorria todo el litoral de su ámbito de trabajo y dejaba entrever una notable alteración de su estado de ánimo.
En ese momento, intervine para decirle que me dijera cual era la palabra que buscaba y también porque queria saber su nombre, ya que me habia dado cuenta de que era una persona que merece ser ayudada por su gran afan de superación y fervientes deseos de conservar su trabajo permanentemente.
– Me llaman Estelita. Asi me dicen en mi casa y en el barrio de Las Palmas, donde vivo, pero mi verdadero nombre es Esperanza. Usted sabe como son los viejos de esos campos que le ponen un nombre a una y le dicen otro para que no le hagan mal de ojo. Con ese mismo nombre voy a bautizar a mi hija. Ya me dijeron que era hembra en la maternidad. Segun me dice mi mamá, en tiempo de antes, eso solamente se sabia cuando los muchachos nacian, pero ahora todo es con computadoras, celulares y tantas cosas que van a volver loca a la gente, pero es así, siempre inventando vainas para joderse uno mismo. Qué le parece?. Espero que sea una muchachota hermosa, como me dijo mi mamá que yo nací, dizque de ocho libras y media, con una partera de Rio Limpio que tambien se llamaba Esperanza y por eso me pusieron ese nombre. Rigo sabe que ese es el nombre que me gusta y a él tambien. El me dice que yo le recuerdo una canción que canta Dany Rivera que se llama Esperanza Inútil.
-Hoy quiero ver con mis propios ojos que se han de tragar la tierra qué es lo que quiere decir la palabra inútil, por la forma en que me lo dijo el supervisor. Por eso creo que es una ofensa y si se lo digo a Rigoberto antes de saber su significado puede que ese tipo no muera en su cama. Yo conozco bien a Rigo.
-Una vez hubo una discusion entre Rigoberto y mi papá que por poco no se dijeron de lo que iban a morir. Mi papá le dijo a Rigoberto que el habia bailado esa canción con un disco de Daniel Santos y cuando Rigoberto le dijo que el no sabia quien era ese, papá le dijo que el era muy bicho viejo para saberlo y que ese cantante era de Puerto Rico y le decian el inquieto anacobero. Fue cuando Rigo le dijo: «Qué anacobero ni que inquieto. Esa canción solamente la canta Dany Rivera y es mi favorita desde que yo era un muchachito». » Pues te equivocaste, le dijo papá. Tu no conoces lo que es la musica vieja de clase. Te voy a prestar una cinta del Cuarteto Flores para que la oiga. Carajito insolente…!
La verdad es que Rigo se enamoró de mi cuando supo que mi verdadero nombre era Esperanza y por esa razón siempre me ha dicho Esperanza Inútil, pero nunca lo que esa palabra significa. Es mas, yo creo que el tampoco sabe. Siempre he creido que es una forma de halagarme. La verdad es, que por la forma en que el supervisor me dijo inútil, entiendo que debe de tratarse de una palabra fea y ofensiva. Quiero buscarla en el diccionario y, por favor, no me diga lo que quiere decir, porque yo quiero darme el gustazo de buscarla, por mi propia cuenta.
En ese momento, mi amigo me hizo una señal mostrándome que habia encontrado unos libros de Cortázar y que esos eran los queria regalar a su hija.
-Cortázar…?
-Si, Cortázar
-Es que el surrealismo de Cortázar no va muy acorde con el temperamento de tu hija. Ella es joven y le gusta la lectura, pero es preferible que le compres algun autor que maneje la corriente moderna con estilo diferente al de Julio. Fijate que muchas de sus obras estan ambientadas en Paris, habiendose criado en Buenos Aires y ser de nacionalidad Belga. Eso parece que le programó una mezcla de cosas que harian que tu pobre criatura tenga que meterse en los entresijos de ese personaje tan complejo y podria afectarle. Mejor comprale a Zafón que es de hoy en dia y escribe con un estilo muy propio de la epoca. He visto que La Sombra del Viento está entre los mejores cien libros de la lengua castellana en los ultimos veinticinco años. Que te parece?
-Lo voy a pensar.
Seguimos rebuscando entre las obras que podrían ser del agrado de su hija y no se decidió por ninguna porque encontró una estatuilla de porcelana que simula un angel con un libro en sus manos y con una mirada al cielo llena de ternura y deseos de emprender un viaje al infinito. La hora de pasar a pagar por la caja había llegado y volver a ver a Estelita, o mejor dicho, a Esperanza, era obligado. Mientras mi amigo hacía las gestiones de pago observé que ella había dejado el diccionario sobre el mostrador, marcado en donde, sin ningún éxito, había estado buscando la palabra inútil.
Curiosamente abrí el libro y vi que la marca estaba colocada en la primera página de la letra H.